martes, 5 de enero de 2010

LA SUERTE DEL PUEBLO DE MEXICO PARA EL 2010

¡Tengan su 2010!


Juan Pérez Medina

Lunes 4 de Enero de 2010



Terrible se ve el próximo año. Sobre todo porque el “usurpador” insiste en que estamos bien y estaremos mejor. Se la pasa diciendo que la crisis ya pasó y que en el 2010 vamos a crecer. ¿En qué basa sus expectativas? Sabemos que la gasolina subió en el mes de diciembre y que ha subido aún más desde el primero de enero; que sube el gas licuado, que el IVA se va a 16 por ciento; que el Impuesto Sobre la Renta (ISR) aumenta dos puntos y ya alcanza el 30 por ciento; que se incrementa el pago por el uso de celulares, el internet y la TV por cable. Eso es sólo para comenzar, porque, como se sabe, estos aumentos forzarán otros, y los “aventajados” de siempre en materia de especulación harán su agosto. Ya conoceremos estos impactos con la “cuesta de enero”; pero sobre todo, al paso de los meses siguientes en donde acabarán por concretarse los ajustes. Los trabajadores serán los que tendrán que asumir el costo de tan descarada escalada impositiva y de precios; pues, como siempre, es el último de la cadena productiva el que paga los platos rotos. Por otra parte, como Calderón y sus muchachos fueron “ayudados” por el gran capital para usurpar la Presidencia de México, en manera alguna debe interrumpirse el estatus de paraíso fiscal que tantas satisfacciones proporciona a Cementos Mexicanos (Cemex), Teléfonos de México (Telmex), Wal Mart, Bimbo, los bancos, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y todos los pobrecitos ricos que gozan de exenciones fiscales, o dicho de otra forma, que gozan de un generoso sistema mediante el cual les perdonan los impuestos y les devuelven el IVA. Así que ¿de qué se preocupan?

Y, si bien es cierto que todo lo anterior ensombrece el panorama de los trabajadores (con empleo y sin él), las cosas todavía no paran ahí, pues como se sabe, los responsables de la economía nacional y, sobre todo, de velar porque el salario de los trabajadores sea remunerador y alcance para que las familias de éstos vivan dignamente, la innecesaria Comisión Nacional de los Salarios (requeté) Mínimos, ha decretado un incremento al salario mínimo para 2010 de méndigos dos pesos, lo que ha generado, como cada año, que los trabajadores casi se mueran de coraje y los patrones de la risa. En este país con más de 54 millones de pobres, más de siete millones de desempleados y cerca de cinco millones subempleados en tareas eventuales que los mantienen en la precariedad y la indefensión; pues es de conocimiento público (y además se siente), que más de cinco millones de mexicanos viven con apenas un salario mínimo, o sea: ¡De puro milagro!, los grandes economistas de la administración de la pobreza, del crecimiento cero y el control macroeconómico, se han envalentonado y ya vienen haciendo generosos negocios con empresas orientales para entregarles concesiones para generar y distribuir energía eléctrica, ahora que los del SME ya no están para que los anden “balconeando” y les hagan mítines y manifestaciones y hasta “manita de puerco”; y se preparan para intentar aprobar las reformas a la Ley General del Trabajo que, de salirse con la suya, habrá de llamarla, para ser más precisos: la ley gerencial del trabajo.



Mal inicia el año y, como dice el refrán, lo que mal empieza mal acaba.

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